Invertir en un CFD
Un CFD es un Contrato por Diferencia y las siglas provienen del inglés Contract for Difference. Este es un contrato en el que se especula la diferencia que existe en el precio (ask) de un instrumento financiero en la apertura del contrato y el precio (bid) en el momento del cierre del mismo. Esto quiere decir que al vencimiento se intercambia entre las dos partes la diferencia entre el precio de apertura y vencimiento del contrato.
El CFD es un instrumento financiero derivado y se negocia en el mercado Over The Counter (OTC por sus siglas en inglés). Es importante señalar que a este mercado también se le denomina mercado extrabursátil o mercado de contratos a medida y sirve para negociar acciones, bonos, materias primas, swaps entre dos participantes. Este tipo de transacciones se realizan fuera del ámbito de los mercados organizados.
En este mercado OTC el CFD refleja el rendimiento del activo subyacente que se encuentra dentro del contrato sin haberlo adquirido físicamente, entonces al ser un instrumento OTC no cotiza en mercado alguno y no está totalmente estandarizado.
Sin embargo a partir del 2007 se introdujo la comercialización estandarizada de los CFDs a través del Australian Securities Exchange con sus 50 valores más importantes, divisas, principales índices bursátiles y algunas materias primas. Los CFDs ya no son un producto exclusivo OTC y se han popularizado en todo el mundo prácticamente.
Es importante, antes de empezar a operar con CFDs, que conozca y comprenda los riesgos que implican. Las transacciones con CFDs conllevan un mayor nivel de riesgo para su capital si lo comparamos con productos tradicionales, ya que los precios se pueden mover rápidamente en su contra. Esto significa que es posible que pierda más capital del depositado inicialmente y tenga que efectuar ingresos adicionales. Es bueno que busque asesoramiento independiente para que sepa si el producto es el adecuado para su perfil de riesgo ya que es un instrumento financiero complejo y apalancado que se opera mediante un depósito de garantías por lo que pueden no ser apropiados para todos los inversores.
Actualmente existen muchas empresas de corretaje que ofrecen el servicio online para transaccionar este tipo de instrumentos. Antes de abrir una cuenta se debe investigar a la compañía y saber dónde se custodiarán los activos que vaya a comprar así como que tipo de ayuda tendrá para poder realizar las inversiones.
A continuación un ejemplo básico de como operar un CFD : Un inversor supone que el precio de un subyacente (un producto real asociado al CFD) por ejemplo las acciones de XYZ, van a bajar de precio en los próximos minutos, horas o días. Entonces el usuario abre un CONTRATO DE VENTA sobre el CFD de XYZ. Pasados unos minutos, horas o días el inversor decide que ya es momento de cerrar el contrato, entonces COMPRA el CFD de XYZ que previamente había vendido. El dinero ganado o perdido será la diferencia entre estos 2 puntos. Si XYZ ha bajado entonces habrá ganado, ya que el inversor comenzó vendiendo. Si hubiera comenzado comprando CFDs entonces habría perdido.
Por último, a diferencia de comprar o vender acciones, los CFDs compran o venden un contrato entre dos partes en el que se supone que un precio va a subir o bajar. En el caso de las acciones, se compran estos activos y lo que se espera es que el precio de dicha acción suba para poder venderlas y así obtener ganancias en la transacción. Adicionalmente el CFD tiene el beneficio del apalancamiento.
Abajo encontrarán dos imágenes de dos sistemas diferentes para transaccionar activos.
Manuel Lozano M.
Asesor Financiero en Mercados Globales
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